Poseer una condena por delitos sexuales puede traer serias consecuencias legales, aunque también un fuerte escarmiento social contra la persona implicada, que puede tener repercusiones en diferentes ámbitos de la vida personal y profesional.
En Texas, específicamente, este tipo de delitos conlleva fuertes restricciones de todo tipo. Por eso resulta importante contar con un abogado de delitos sexuales en Houston para que pueda examinar el caso y poder trabajar sobre ello de manera seria y profesional. De esta manera, la persona podrá aumentar sus probabilidades de una defensa justa o demostrar su inocencia si así lo fuera.

Registro de delincuentes sexuales
En caso de que una persona haya recibido una condena por cualquier agresión sexual, comenzará a formar parte del registro de delincuentes sexuales, creado con el fin de que las autoridades puedan hacer un seguimiento de cada individuo.
En Estados Unidos, específicamente, este registro es de carácter público, por lo que cualquier ciudadano puede acceder a él mediante la web del Registro Nacional de Delincuentes Sexuales (NSOPW). Por lo tanto, cada persona condenada por este tipo de carátula entrará en este sistema, lo que genera una mayor restricción para sobrellevar su vida diaria.
¿Por qué se generó este registro? Tal como especifica un informe del Bureau of Justice Statistics del Departamento de Justicia de los EE.UU. de 2019, las personas liberadas tras cumplir condena por delitos sexuales tienen una probabilidad significativamente mayor de ser arrestadas nuevamente por un delito similar en comparación con otros ex convictos.
Problemas con la reinserción social
Las personas que fueron condenadas por estos delitos encuentran serios inconvenientes para volver a tener una vida normal o dentro de un ámbito social que les permita continuar con sus vidas.
Un ejemplo de esto es la problemática para encontrar un trabajo, ya que el hecho de figurar en los registros antes mencionados puede hacer de esta una tarea casi imposible.
Según un informe elaborado por el Centro para el Manejo de Delincuentes Sexuales (CSOM), el estigma social, las restricciones legales y las condiciones de supervisión; pueden dificultar significativamente esta reintegración con otras personas de su comunidad.
Dificultad de viviendas
Un ex convicto o persona condenada por delitos sexuales, no sólo sufre el aislamiento social de sus pares, sino también de restricciones reales, como por ejemplo la imposibilidad de encontrar un hogar.
Estas personas tendrán dificultades para encontrar cualquier tipo de vivienda digna a raíz de sus antecedentes, pero también podrían tener negada la posibilidad de vivir cerca de escuelas, parques u hospitales, por ejemplo.
Otras pérdidas
Además del tiempo en prisión que el condenado vaya a pasar y de las restricciones ya mencionadas, hay otros aspectos cruciales que podrían hacer su vida muchísimo más complicada.
Por ejemplo, algunas personas podrían perder el derecho a votar y a poseer armas de fuego. Además, tendrán que afrontar gastos legales y de defensa. Pero uno de los temas más delicados para cualquier condenado por estos delitos es que podrán ver notoriamente afectadas sus relaciones familiares. Está de más decir que, en su mayoría, los agresores sexuales perderían las tenencias de sus hijos en caso de ser padres.
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